Si estás leyendo esta columna es porque más de alguna vez te has preguntado: ¿qué es el liderazgo? ¿el líder nace o se hace? ¿cualquier persona puede ser un líder? ¿qué rol cumple la educación en la formación de lideres? No tengo respuestas escritas en piedra, pero te quiero compartir varias reflexiones con la ilusión de que saques tus propias conclusiones y nos comentes cómo piensas este tema.

Primero una aproximación al concepto: se suele ver al líder como una persona que tiene habilidades para encontrar la solución a algún problema o conducir a otros en la construcción de un futuro deseable.

Quizás influidos por Hollywood nos hemos acostumbrado a la figura de un líder como alguien que, cual William Wallace en Corazón Valiente, desborda carisma y se constituye como un “líder héroe” que arrastra a otros a través de épicos relatos, habitualmente con un final feliz.  Sin embargo, hoy por hoy sabemos que un líder poseedor de todas las respuestas y decisiones está destinado a fracasar en un siglo XXI dinámico, complejo y en extremo ambiguo.

Hoy sabemos que las mejores respuestas surgen de la interacción de los miembros del equipo, y por lo mismo, una persona que busca posicionarse como un mesías salvador termina despojando al equipo del ejercicio propositivo, la creatividad y el surgimiento de visiones distintas.

El mayor de mis dos hijos tiene 8 años y hace poco me tocó participar de una charla en el marco del proceso de admisión a un colegio. En esta charla el director nos contó como plantean su modelo pedagógico y lo que hacen me pareció interesante al punto que me inspiró a escribir estas líneas.

El profesor de cada ramo invita a los niños a armar equipos para abordar distintas problemáticas o para realizar investigaciones sobre la materia correspondiente a cada materia. El grupo se debe autogestionar y los niños y niñas deben tomar decisiones de forma autónoma para abordar las tareas, generando una dinámica en la que lo relevante es la forma de interactuar de los alumnos.

El profesor no solo evalúa “el resultado”, sino que también la capacidad del grupo de dar voz a todos los niños y niñas que lo componen. Dicho de otro modo, evalúa si se genera o no un círculo virtuoso, inspirador, que convoque una mirada proactiva, motivada y positiva dentro del equipo.

En este ejercicio se busca que los niños y niñas sumen habilidades para aumentar el potencial del grupo. El niño o niña que tiene facilidades para resolver problemas matemáticos será un referente en ese ramo, por supuesto, y quizás el grupo lo posicione como un líder en ese aspecto. Pero además de la inteligencia lógica que está detrás de las habilidades matemáticas, este ser humano en formación deberá desarrollar la capacidad de convocar las distintas voces del grupo, dar la confianza al resto de niños y niñas para que corran el riesgo de opinar, aportar y así desarrollar tanto la seguridad psicológica como la mentalidad de crecimiento en las personitas que están en su entorno.

Volviendo ahora al mundo adulto, me parece importante remarcar una idea: un ejercicio eficiente del liderazgo en el siglo XXI, en la “Era 3.0”,  será el que dé respuesta a las necesidades de cooperación e influencia mutua que requieren los complejos, ambiguos e inciertos desafíos en los que ya estamos sumergidos.

Como afirma Heidegger en su concepto “IN-DER-WELT-SEIN”, “la naturaleza de la existencia del hombre se fundamenta y toma sentido a partir de su coexistencia con su entorno” ¿No les parece contradictorio que en el mundo laboral actual se busque empoderar a las personas al mismo tiempo que se siguen aplaudiendo los liderazgos omnipotentes que tienen siempre, o casi siempre, la última palabra?

Lamentablemente aún vemos muchos “líderes héroes” que concentran todo o gran parte del poder, sin darse cuenta cómo esto frustra a las personas con talento, coarta la creatividad y enlentece la toma de decisiones. Me parece que la educación tiene el potencial necesario para transformar el paradigma Willian Wallace de liderazgo en las organizaciones.

¿Cómo lo ves tú? ¿Qué es para ti el liderazgo? ¿Crees que cualquier persona puede ser un líder? ¿Es la educación escolar relevante en la formación de líderes?

Daniel Rovira
Jefe de Proyectos en HuX