En los diversos programas que actualmente implementamos en Hux Consultores,  trabajamos con un ejercicio muy conocido: “La Rueda de la Vida”. En este, le pedimos a los participantes que evalúen su satisfacción respecto a 8 dimensiones de su vida: familia, amigos, salud, dinero, desarrollo profesional, desarrollo personal, ocio y amor. ¿Cuáles crees que salen sistemáticamente peor evaluados?

Acá te cuento lo que hemos encontrado: con la familia satisfacción alta. Desarrollo profesional varía, pero en general se evalúa alto. Lo mismo pasa con el amor. Las más bajas en general son “desarrollo personal”, “ocio” y “amigos”.

¿Raro? A priori sí, pero con un doble click es fácil darnos cuenta que estamos sobrepasados, y que nos está costando el goce, el disfrute y salirse un rato del camino del deber. A todas luces somos capaces de “poner el hombro” a los desafíos que sí o sí tenemos que sacar adelante, pero le quitamos prioridad a lo que no es obligación. Parece que estamos cansados.

Algunos norteamericanos y europeos se dieron cuenta del cansancio y el desencanto que les estaba produciendo el ritmo laboral y hacia el final de la pandemia se produjo un fenómeno llamado “The great resign” o la gran renuncia, donde sólo en EEUU 47 millones de personas renunciaron voluntariamente a sus trabajos en 2021, y se vio que para 2022, un 20% de la fuerza laboral esperaba buscar un nuevo trabajo. Las principales razones guardan relación con el propósito, la búsqueda de autenticidad, el agotamiento, el trabajo en equipo, sentirse escuchados y la retribución económica.

Si repetimos las razones: propósito, autenticidad, agotamiento, trabajo en equipo y retribución económica vemos que son ámbitos que un líder puede apoyar, y son en efecto, algunos de los temas que más trabajamos en nuestros programas de formación de líderes. A saber:

  • Transmitir propósito y objetivos ambiciosos de manera clara y motivante
  • Construir espacios de seguridad psicológica donde cada uno pueda ser como es
  • Propiciar la colaboración y el sentido de equipo
  • Apoyar la conciliación entre la vida laboral y personal
  • Reconocer a las personas
  • Conversar, escuchar y actuar en base a la empatía

Cuando hablamos de felicidad en las organizaciones, podemos encontrar páginas y páginas que abordan el concepto. Una que nos gusta mucho es la aproximación de Sonja Lyubomirsk, que habla de tres elementos que determinan la felicidad, y entre estos, el más accionable, tiene que ver con las decisiones que tomamos y cómo nos hacemos cargo de nuestro entorno.

En este sentido los líderes tenemos el gran desafío de gestionar personas desde una mirada más humana, ya que solo así lograremos conectar realmente a las personas con el propósito. Empatía, seguridad psicológica, colaboración, flexibilidad, reconocimiento y comunicación serán las piezas claves para lograr organizaciones y personas más felices.