Blog image

“No te tomes nada personalmente”: Sobrevivir a comentarios, opiniones y pequeñas heridas diarias

October 23, 20252 min read

¿Y si todo lo que nos molesta no fuera sobre nosotros?

El otro día, en un taller que estaba facilitando, un participante me recordó uno de los 4 acuerdos que describe el mexicano Miguel Ruiz en su libro que lleva el mismo nombre.

“No te tomes nada personalmente”

Esa frase, que suena tan simple, encierra una gran sabiduría. Nos invita a entender que nada de lo que los demás hacen es realmente por nosotros, ni lo que nos hiere ni lo que nos halaga. Cada quien actúa desde su propio mundo: sus historias, sus emociones, sus miedos y sus anhelos.

Volví a revisar el libro y me encontré con esta idea que me resonó aún más:

“Cuando te tomas las cosas personalmente, te sientes ofendido y reaccionas defendiendo tus creencias, creando conflictos.”

Y es cierto. Cuántas veces convertimos un pequeño malentendido en una montaña, solo por sentir la necesidad de tener la razón o demostrar que el otro está equivocado. Y en esa defensa, lo que termina perdiéndose no es el argumento, sino el vínculo.

El Psicólogo Joan Garriga, en su libro “Bailando juntos", complementa esta idea con algo que me parece muy útil: hay frases o comentarios que “aprietan nuestros botones”. Por ejemplo:

  • “Siempre haces lo mismo, mal.” Despierta nuestro miedo a no ser suficientes.

  • “No es para tanto.” Nos hace sentir que nuestras emociones no importan.

  • “Si me quisieras, lo harías.” Activa culpa y presión emocional.

No siempre son intencionales, pero nos hacen reaccionar de manera sobredimensionada, generando conflictos o distancia. Lo interesante es que estas reacciones hablan más de nuestras heridas internas que de lo que el otro dijo.

Últimamente he estado pensando que, detrás de ese impulso por defendernos, suele haber falta de apertura. Un cierre sutil, casi invisible, que se activa cuando algo nos toca o nos desafía. En ese momento, ya no escuchamos para entender, sino para responder. Ya no dialogamos, sino que competimos por el mejor argumento.

Cuando a quienes lideran equipos o influimos en otros nos falta apertura, se nos escapan miles de posibilidades de conexión. Perdemos la oportunidad de creer en la experiencia del otro, incluso si no la compartimos. Perdemos la riqueza de ver el mundo a través de otro lente, aunque solo sea por un ratito.

Quizás el desafío no sea tener siempre la razón, sino seguir conversando sin cerrarnos. Ahí, tal vez, comienza la verdadera transformación.

¿Puedes reconocer los botones que se te activan en el día a día?

¿Cómo los gestionas para seguir conectando con otros?

Escríbenos en los comentarios y hagamos de esta reflexión un diálogo juntos.

Daniela García

Líder de Proyecto


Back to Blog

¿Listo para desarrollar líderes que generen resultados visibles?

HUX 2025 - Todos los derechos reservados - Hecho con ❤️ por JunioMarketing